El Riego
Casi todas las obras relacionadas con el agua de riego ingeniadas por nuestros antepasados nos siguen siendo útiles de un modo u otro en el presente: -Acequias para canalizar el agua hasta las huertas (La Acequia Madre, la del Lugar, la de los Terreros, la de Melida, y "la Aceiqueta") -Azudes para parar el agua del río y desviarla a las acequias (El de la Acequia Madre y el de "La Casica L’azú" -en la foto-). -Partideros de aguas, para bifurcar las acequias (La Canal, el molino,...). -Norias para elevar el agua sobre la cota de la acequia (La de Valdepilas, la de "las Catalinas",...)
El Abastecimiento de Agua
Fuentes: Los manantiales naturales son de poco caudal pero muy numerosos, tanto que entre todos podían -mal que bien- abastecer al pueblo de agua potable hasta que se canalizó el agua de Valdoria en 1913. En esta fecha se inauguraron dos fuentes urbanas y públicas (en el Barrio Muniesa y en la Plaza Nueva).
Pozos, "clochas", balsas, "balsetes": Hoy se mantienen limpios unos pocos como abrevadero de las piezas de caza, pero hace apenas 50 años se cuidaban y protegían con auténtico esmero, pues del agua que almacenaban bebían durante semanas y meses tanto personas como caballerías.
Abrevaderos: También han perdido su función inicial, tras la extinción de mul@s, burr@s en Albalate. Aun así se conservan varios. En las fotografías podemos ver el del Puente (que era un "chorradero" del lavadero municipal) y el del "Chorro".
Los Puentes
El Puente del Lugar o "El Puente" sin más: Tras largas obras, fue terminado en 1796. Perfectamente simétrico, con 5 ojos de medio punto hechos de sillería (excepto los dos exteriores -más pequeños- que son de ladrillo). Tiene tres elegantes parteaguas en la parte frontal (cara a la corriente) y dos torretas semicirculares a modo de contrafuerte en su parte trasera.
"El Puente del Batán" : De construcción posterior (posiblemente el primer tercio del S. XX).Tiene tres ojos de arco rebajado sustentados en dos cimentaciones de escarpe circular. También simétrico pero más sencillo.
Los "batanes" consistían en unos enormes mazos de tracción hidráulica que servían para teñir y desvastar todo tipo de telas y pieles. Tanto el artilugio como el oficio estaban extendidos en toda España desde antiguo -de hecho el mismísimo Cervantes incluye en el Quijote la "aventura de los batanes". Aquí sólo se conservan los restos de la antigua casa de los bataneros.